Costa Rica, puta vida, digo PURA VIDA.

Tras más de un año (que se escribe pronto) de confinamientos, estados de alarma, pánico e histerismo colectivo, toques de queda, represión, opresión, restricciones... en definitiva,  tras más de un año de distopía generalizada, me decidí a coger un avión. Lo medité mucho, ya por cuestiones sanitarias como legales y morales, pero después de ver como nos han mangoneado al servicio de los intereses -para nada médicos- y cómo nos manipulan tanto a nosotros como a la información expuesta, llegué a un hartazgo que me dio el empujón decisivo para irme. 

Responsabilidad y moralidad no siempre van de la mano con legalidad (y menos las leyes impuestas en espaÑa, cuál más negligente) ni son el delimitante de la mía. Y sinó que se lo digan a los que pillan el metro en Barna. Más responsabilidad individual y menos gilipolleces, parfavar, qué necedad!

Así que tras de 12 horas de vuelos cual mujer pegada a una ffp2, peticiones de infinidad de papeles pcr, seguros, y mil mierdas más, pisamos tierras ticas. 

Allí es llegar y en cuanto respiras un poco de aire ya te sale un tío pidiéndote el impuesto. Y es que ya me dijeron más adelante que era un país muy caro incluso para los nativos. De hecho dice ser el país más caro de Centro América. Y así lo cumplió. 

La primera noche, al llegar a las tantas, la pasamos directamente en San José, no especialmente reconocida por su encanto; bien, ni fu ni fa, si tuviera que destacar algo, el parque de bomberos jajajajajaja y el bombero que se enrolló y nos lo enseñó. Y es tradición: país al que voy, parque de bomberos que intento visitar. De momento ha colado en todos, algún día me van a mandar a tomar por culo, ja veuràs. Ojo lo equipados que están, más que aquí. Supongo que allí,  en vez de re-colorear los coches de los mossos invierten en seguridad. Supongo, sí.

Nos recogió del aeropuerto una especie de taxista que nos advirtió -al saber que iríamos hacia Puerto Viejo- que vigiláramos con las balas perdidas y los narcotraficantes a horas no muy tardías de la noche. Y que <<coger>> para ellos no tenía el mismo significado que para mí. Spoiler, el último día se me escapó y la frase era bastante hilariante. En fin, cosillas que pasan, suerte que se lo cogió bién jajajajajajajajajaja ya paro.

Total que temprano por la mañana salimos hacia tortuguero. Tras unas horitas entre plantaciones de banana y volcanes activos, nos sueltan en lo que parece un embarcadero. Que por cierto, el conductor del furgón en el que íbamos resultó ser una especie de bombero. O eso me dijo.

Embarcamos dirección Tortuguero, y alucinamos con la pasada de sitio que era aquello. Lo llaman su Amazonas particular, y es que es brutal. Una selva preciosa. Llena de vida tanto vegetal como animal. Ya lo dicen, PURA VIDA! De hecho <<PURA VIDA>> tiene múltiples significados para ellos, lo oyes todo el día, para todo. Vamos que podrías tener una conversación a base de pura vida. Joking. Bueno, sigo. Vimos el pueblo, la playa, yo quería adoptar a todos los perros callejeros que habían; estaba lleno y eran encantadores. Seres de luz para mí, los perros. Joder que me voy del tema otra vez. En esa playa no recomendaban bañarse por las corrientes. Me fijé en las escuelas, el concepto es muy diferente. Mejor, a mi parecer, aunque no me voy a dilatar en ese tema, o al menos hoy no.

Al día siguiente, con una especie de bote nos adentramos por los canales y presenciamos un paisaje realmente bucólico. Vegetación frondosa por doquier, animales, yo acojonada por si nos salía un cocodrilo por debajo del bote mientras de decía a Roger que no sacara las extremidades de la linde... idílico. 

Por la tarde salimos rumbo a Puerto Viejo de Talamanca. Por el tema Covid decidimos alquilar un 4x4 y exponernos el mínimo tanto a nosotros como a los demás yendo a nuestro rollo. Tras unas cuantas horas de carretera -que vaya infra-infraestructuras tienen- llegamos bastante tarde, así que cenamos y nos fuimos a dormir. Bueno, dormir... Os había dicho que tengo aracnofobia? Amo la naturaleza y los animales, pero con las arañas tengo conflictos no resueltos; intento hacer mi vida manteniéndolas al margen, pero dado que dormíamos en medio de la puta selva, pues la cama estaba literalmente rodeada de ellas, y no eran precisamente pequeñas. Así que mediante hiperventilaciones y conflictos de nolasmatesperosácalasdeaquí, pasé noches de infierno. Fueron unos días de contraste, noches terribles pero días geniales en Puerto Viejo. Surf, mucho surf, palmeritas, batidos de frutas, playas caribeñas... El ambiente me resultó realmente agradable, muy Bob Marley, digámoslo así. Me hubiera quedado allí una temporada sin problemas. Pero teníamos que continuar nuestro éxodo y pusimos rumbo Arenal. Hacia los volcanes, vamos. 

De camino vislumbramos un pequeño cartel que indicaba el "Árbol de La Paz", así que salimos de la carretera y nos adentramos por un breve sendero en el que una señora nos llevó hasta un árbol realmente colosal. Lo abracé. La señora me contó su significado e historia. Era de esas mujeres mayores que desprenden ternura, te hablan como si fueras su nieta y te regalan una sonrisa de oreja a oreja. Me dijo que desde que declararon el árbol como Árbol de La Paz, no han habido más guerras ni violencia en el mundo. Yo no me atreví a decir nada, asentí y sonreí. Y es que a veces, sólo a veces, pienso que contra más simple e ignorante se es, más fácilmente puedes llegar a un estado de, si no felicidad, eudaimonia. Aunque ese ya es un debate ético en el que Aristoteles discreparía. Pero bueno, luego me pongo a trabajar en mis demonios y se me pasa. También me dijo que a los que se acercaban a dañar el árbol, les disparaba con una escopeta JAJAJAJAJAJAJA la defensora del árbol de La Paz!!!!! jajajajajajajajaja absurdismo literario. 

EL ÁRBOL DE LA PAZ

Ohhhhh qué gustazo las termas... Después de noches infernales aterrizé en un paraíso terrenal entre manantiales de aguas termales rodeados de selva tropical. Eso sí, estás tan a gusto que de tanto que cuesta salir, te entra un mareillo tonto y tienes que estar alerta. Parajes preciosos por Arenal. Cascadas, puentes colgantes, volcanes, Río Celeste, selva... eso sí, entrar en un parque cuesta plus minusve un riñón.

Sobre la comida no tengo mucho que destacar. Si por ellos fuera, arroz para desayunar, para comer y para cenar. Casado y gallo pinto son los platos TípICOS y tópicos, no están nada mal. Pero qué batidos de frutas, oh. 

Nuestra ruta siguió por Tamarindo y Manuel Antonio. Más surf, música, naturaleza... Y como estamos en pandemia, 48h antes de volar hacia Barcelona teníamos que hacernos una PCR. Así que me metieron una especie de bastoncillo hasta el lóbulo parietal (hay vídeo, bastante gracioso) y dio negativo. Ojo el cristo si llega a dar positivo. Ojo. 

Total que terminamos de disfrutar lo poco que nos quedaba en Manuel Antonio pasando por Jacó (tenía que surfear allí!) y pusimos rumbo hacia San José para Volver a Barcelona, no sin antes despedir el viaje con una puesta de sol preciosa.

Esto lo tengo que decir, aunque sea de indignÁ. Para qué cojones se levanta la gente del avión cuando aún no se puede salir? Nunca lo he entendido y nunca lo voy a entender. La de horas que has tenido para levantarte (en caso de que sea para estirar las piernas) que lo tienes que hacer ahora!! Y si es para salir antes, que no ves que no anem bé?!!! Que haciendo el gilipollas tardamos todos el doble en salir? Y si lo hacemos por orden salimos todos ganando. Por no decir que en pandemia levantarse y arrejuntarse en el pasillo con los demás linces no es la mejor de las opciones. Benditos tripulantes y la paciencia que tienen, por no hablar de la ingente cantidad de veces que tienen que recordar a la gente que se ponga la puta mascarilla. No hay manera tu, no hay manera. Es que si no lo digo reviento. 

Apa, buen viaje!!

YO ESTRESÁ